LLEVANDO LA MISERICORDIA DE DIOS A ACHUPALLAS Y VILLA INDEPENDENCIA
Alzaré mis ojos a los montes;
¿De dónde vendrá mi socorro?
Mi socorro viene de Jehová,
Que hizo los cielos y la tierra.
No dará tu pie al resbaladero,
Ni se dormirá el que te guarda.
He aquí, no se adormecerá ni dormirá
El que guarda a Israel.
Jehová es tu guardador;
Jehová es tu sombra a tu mano derecha.
El sol no te fatigará de día,
Ni la luna de noche.
Jehová te guardará de todo mal;
El guardará tu alma.
Jehová guardará tu salida y tu entrada
Desde ahora y para siempre. Salmo 121: 1-8
Damos gracias a Dios por la gran oportunidad que tuvimos de compartir Su misericordia con nuestras queridas comunidades de cerro Achupallas y Villa Independencia. En cada paso, en cada encuentro, pudimos ver cómo Su amor se hacía presente a través de acciones concretas que nacen de la fe y del servicio.
Durante el tiempo que los voluntarios estuvieron con nosotros, una de las tareas más significativas fue la reparación de una extensa escalera de aproximadamente 200 metros de largo. Esta escalera es más que una estructura: es un camino de esperanza para siete familias que viven a su alrededor, beneficiando directamente a unas 50 personas. Además, es transitada diariamente por más de 200 vecinos, al ser una vía clave que conecta con la ruta por donde circulan los colectivos. Hoy, gracias al trabajo en conjunto, este acceso ofrece mayor seguridad y dignidad para todos.
Por otro lado, tuvimos el privilegio de acompañar a la familia de Lilian en medio de un momento difícil. Las intensas lluvias del invierno afectaron gravemente su vivienda, obligando a los ocho integrantes de la familia a refugiarse temporalmente en una de las sedes del barrio. Ante la falta de reparación posible, tuvimos que desarmar la casa, para que posteriormente se pueda preparar el terreno y permita la llegada de la ayuda prometida por el gobierno, un hogar sobre bases firmes.
Seguimos orando y trabajando con la esperanza viva en Cristo, sabiendo que cada gesto de amor deja huellas eternas. Agradecemos profundamente a Dios, los voluntarios, vecinos y colaboradores como la fundación puente de amor quienes durante los días trabajado en la casa de Lili cocinaron el almuerzo para los voluntarios con su chef Jerry un retirado de la marina chilena. Que el Señor siga guiando nuestros pasos en cada trabajo que realizamos.
Rev. Kevin A. Orihuela Franco.



