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¡Un encuentro significativo!


Esta semana (del 02 al 04 de julio), tuvimos el honor de recibir al Dr. John Vieker en la conferencia de la Academia Lutero en Valparaíso. El tema de su conferencia fue: “Explorando nuestra vida juntos como luteranos cantantes”. Durante su visita, tuve la oportunidad de hacerle una pregunta al profesor:
¿Cuáles son las 2 o 3 cosas más importantes que ha aprendido de la vida himnológica de la iglesia que sí o sí la siguiente generación debe saber?

1) El mayor desafío de la generación fue la idea de que todos nuestros himnos del pasado eran malos y que necesitábamos todo lo nuevo. El desafío con la liturgia contemporánea es que solo queremos cantar lo que escuchamos en la radio o en internet. Esto nos aparta de la gran nube de testigos y no catequiza a nuestra gente en los textos que son fuertes teológicamente. Nadie cantará “Brilla Jesús” en su lecho de muerte (de 1922), ahora se ha ido, pero quizás sí quieran cantar “Sublime Gracia”, “Grato es Contar la Historia” o “Castillo Fuerte”. Estos son los himnos con los cuales crecieron.

2) Somos parte de una generación que está tratando de recuperar su herencia y los tesoros luteranos. Esto es más que simple curiosidad histórica. Por ejemplo, en el texto que Lutero escribió, enraizado en la fortaleza que describen los salmos, en los grandes temas de la iglesia como la encarnación, el sufrimiento y la muerte de Cristo. Estos grandes textos, necesitamos cantarlos y enseñárselos a nuestra gente como parte de nuestra identidad. Cuando estos himnos son puestos de lado, tienen un efecto en la teología, y la teología se empobrece. Quizás sea porque la melodía es imposible de cantar para un contexto; entonces encontremos otra melodía. Por ejemplo, una melodía desechada en el himnario luterano (LCMS) es “Confía tu Camino” de Gerhard.
Conclusión: Este es el desafío que enfrentamos y que cada generación enfrenta. El diablo siempre trata de debilitar nuestra teología. A veces pasa en nuestra propia preparación: “No necesitas leer hasta mañana, solo tómate otra taza de café”. Esto les pasa hasta a los pastores más dedicados.
Pero siempre tenemos la promesa de que donde está la palabra de Dios, Cristo está presente. Mientras cantamos la palabra de Dios, Cristo está presente en nuestros oídos y allí va la palabra de Dios a nuestro corazón.

Quiero expresar mi más sincero agradecimiento a la Academia Lutero por organizar esta conferencia en Chile y por brindar la oportunidad de enriquecer nuestra comunidad con su valiosa programación. Además, agradezco profundamente al Dr. John Vieker por dedicar su tiempo y compartir su vasto conocimiento con nosotros. Su presencia y enseñanzas han sido inspiradoras y han fortalecido nuestra comprensión y apreciación de nuestra vida juntos como luteranos cantantes. ¡Gracias por este encuentro tan significativo!

Rev. Juan Pablo Lanterna
Obispo presidente ILC CHILE.

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