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¡SE VIENE EL TIEMPO DE ADVIENTO!

Durante los meses de noviembre y diciembre la gente suele andar alborotada, ajetreada y hasta sobrepasada por tantas actividades de cierre de año en el trabajo, la escuela y en la sociedad en general. Pero, para los cristianos, que vivimos en el mundo, pero no somos del mundo (Jn 17:16), este tiempo tiene un aire especial, porque nos preparamos para una de las fiestas más importantes del año. Te invito a ver de qué se trata:
 
En los últimos versículos de la Biblia (Ap 22:20) encontramos esta promesa de Jesús:
                                          
                                            «Ciertamente, vengo pronto. »
                                               Y la iglesia responde:
                                             “Amén. ¡Ven, Señor Jesús!”
 
Así, desde la ascensión de Cristo a los cielos para sentarse a la diestra del Padre, los tiempos de la iglesia se resumen en una espera constante y segura por el regreso de su Señor, tal como Él mismo lo prometió.
Este domingo inicia un nuevo año y, con él, el precioso tiempo del Adviento. 
Adviento significa “venida”. Durante cuatro domingos la iglesia de Cristo se sumerge en un tiempo espera de la venida inminente de su Señor, quién prometió volver definitivamente para poner fin a nuestro sufrimiento temporal y llevarnos para siempre a su bienaventurado reino celestial.
Como tiempo de preparación para la gran celebración de la Navidad, el tono del Adviento de carácter penitencial ¿qué significa esto? Que es un tiempo de profunda reflexión por nuestra terrible condición y de clamor para que el Señor ponga fin, de una vez por todas, a todo lo que nos hace mal: nuestra carne, el mundo y el diablo.
Durante este tiempo, si prestas atención, podrás notar algunos cambios en nuestros Servicios Divinos, tanto en su decoración, como en su temática:
 
    • Las iglesias se visten para la ocasión: los paramentos cambian al color azul o morado.
    • Se arma el árbol de navidad y se decora la capilla apropiadamente.
    • Aparece un objeto exclusivo de este tiempo y muy didáctico: la corona de adviento. Esta es útil para instruir a los niños sobre Jesús y hasta permite que las damas se luzcan en su decoración.
    • Los evangelios y los temas de los cuatro domingos de Adviento son enfocados la preparación correcta para la venida de Cristo y en la esperanza que esta nos trae.
    • Durante la liturgia no se canta el “Gloria in excelsis” después del Kyrie. Tampoco se proclama el “aleluya” antes de la lectura del evangelio. Esto se debe a que estos cantos son propios de los tiempos de navidad y de pascua de resurrección. Nota como tanto el Adviento como la Cuaresma son tiempos de preparación y de clamor a Dios para que venga a salvarnos (son con una mirada hacia algo que se espera por cumplir). En cambio, los tiempos de Navidad y de Pascua de Resurrección son para proclamar y celebrar que el Señor ha oído nuestra oración y ha cumplido sus promesas (el énfasis está puesto en lo que ya fue cumplido) ¡Qué maravillosos son los tiempos del Señor!
    • El Adviento es también el tiempo propicio para cantar los himnos favoritos de muchos, como “Oh, ven, Emmanuel” (HL #371); “Salvador del mundo, ven” (HL #385); o el “Magnificat” (HL, pg. 259) (Para más cantos de Adviento busca en tu Himnario Luterano entre los himnos 371 y 394).
 
 
¡Qué tiempo precioso es el Adviento! Y no hay mejor forma de aprovecharlo que en comunión los unos con otros, en torno a la presencia de Cristo, en su Palabra y Sacramentos. Y, además, adviento es también un tiempo propicio para liberarnos de esos pecados que solo causan malestar, mediante la confesión y absolución privada; porque… ¿de qué nos sirve decorar nuestras casas y templos con luces y adornos si por dentro nuestro corazón permanece envuelto en las tinieblas del pecado? Si usamos sabiamente este tiempo realmente le sacaremos un gran provecho para la salud del alma y estaremos bien preparados para celebrar con gran alegría y regocijo la gran fiesta del nacimiento de nuestro Señor. ¡Ayúdanos a esto, buen Señor! Amén. Cantemos:
                                    
                                         “Ven, Jesús muy esperado,
                                           Ven y quita de tu grey
                                           Sus temores y pecados,
                                           Pues Tú eres nuestro Rey.
                                           Eres fuerza y alegría,
                                           De la tierra y de Israel;
                                           Y esperanza para aquellos,
                                           Que te esperan con gran fe.” (HL #382:1)
 
Puedes escuchar este himno completo aquí: https://youtu.be/SFyqBbJQbgc?si=Ukg7gvyudvYUn2LT
 
Aquí una lista con más himnos de Adviento para escuchar: https://youtube.com/playlist?list=PLaL9W3m553_V05G8HPGEpVroMLB1doI6B&si=KC37UJ1rCjBvQ4gm
 
Que la gracia del Señor Jesucristo sea con todos. Amén.
Escrito por el rev. Pablo D. González.
Pastor de la Congregación “La Cruz de Cristo”.
La Florida, Santiago de Chile.

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